domingo, 7 de dezembro de 2008

Um poema de Nelson Landa

"Queridos chancletas, aquì aparece el quinto, que hasta ahora habìa permanecido oculto, comno el quinto beatle. Nunca se supo si era necesario,pero aqui va un poema nuevo. Lo que màs añoro de toda aquellos dìas en Maldonado es lo que me reí, junto con ustedes de nuestro buen amigo Moore, su botella de vino y sus misteriosas e inconexas conversaciones.Por lo demàs he disfrutado de su libro "el avión negro" ,como de la novela de Humberto y los ludicos poemas de Silvestrin.Adelante como dice Ricardo, porque las chancletas nunca retroceden (difícil recular en chancletas)"
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Desde la ventana de la cocina veo,
salvando los patios verdes que se quedan allá abajo,
camisas que vuelan con el viento en el tendal de ropas
de una azotea.
Entre aquì y allá está toda la poesía.
Entre aquí y allá debo encontrar todo el sentido
de la vida.
Nada gobierna sobre mí y no siento el soplo
de ningún destino interponiéndose;
solo esta hora de la tarde en el reloj
y las siguientes,
y todas las cosas.
Cabotaje de las horas:
ese fácil deslizarse por los pasillos laterales
de la felicidad:
café, paz, televisión,
sexo y acumulación
de sabiduría.
Esa ascensión animal del día
hasta su final.
Ese crecer sin darnos cuenta
cruzando comno una flecha a través de los hitos humanos.
Si pudiera volar encontraría más facilamente un sentido
o si fuera un pequeñísimo insecto;
escapando de la conciencia hacia el solo placer
o cambiando de universo hacia otro más abajo.
Pero hay solo este camino;
este quedarse quieto sintiendo la quietud y la velocidad de las cosas,
su inmediatez y su ajenidad.
Y la irrelevancia del corazón.
Sin poder entender lo que me quieren decir
aquellas camisas y pantalones que vuelan
en la azotea de otra casa.

Nelson Landa de "Nada"